¿Leíste el título y te preguntaste si me volví loca? Pues no, la realidad es que ninguna dieta sirve para bajar y mantenerse sobre todo en el peso que querías estar. Las dietas es un remedio “temporario”, porque la realidad es que estás comiendo alimentos que no soles comer, y que cuando termines de hacerla, vas a volver a lo que comías antes, y ahí se pincha el globo.
Si pesabas 60kg (por decir un número) y bajaste a 56kg, lo más probable es que cuando termines la dieta subas a 62kg, por el efecto rebote. Por eso, si realmente querés bajar de peso, lo primero que tenés que hacer es cambiar tus hábitos, no hay vuelta que darle.
Lo primero que te recomiendo es que visites un nutricionista que evalué tu estado, y te asesore sobre los pasos a seguir.
Pero además te comparto algunos tips que te pueden ayudar en este cambio para siempre:
- Prohibido cualquier alimento frito, además de hacer mal a la salud, te arruina la piel.
- Anotate en un gimnasio o empezá alguna actividad física como caminar, correr, andar en bici o la que más te guste a vos.
- ¡Usa las escaleras! Hace de cuenta que en tu edificio no existe el ascensor, y subí y baja por las escaleras. Además de una excelente actividad física, es buenísimo como ejercicio cardio.
- Comé en plato de postre. Además de cambiar tu dieta habitual incorporando más verduras, servite siempre en plato de postre, eso hará que reduzcas tus porciones notablemente.
- Tomá 2 litros de agua o más. Una buena forma de hacerlo gradualmente durante el día es teniendo una botellita de agua siempre a mano. El agua purifica, limpia tu organismo y hace que tu piel se vea fantástica.
- Comé cada 2 ó 3 horas. De nada sirve matarte de hambre durante todo el día si después a la noche te vas a dar un atracón. Recordá lo de desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo. Entre cada comida, a media mañana/tarde podés cortar el hambre con una fruta, un yogur, alguna barrita de cereal.
- Evita el alcohol y el cigarrillo.
- Date un gusto una vez por semana. La idea no es que dejes de comer lo que te gusta, a mi particularmente el chocolate me puede, entonces una vez por semana me doy el gusto, y trato por lo general de comerlo en la mañana porque sé que durante el día lo puedo ir quemando.
- Equilibra tu dieta, esto quiere decir que si un día saliste a comer con amigos y había asado, come tranquila, pero al otro día, trata de comer mucho más liviano, con alguna ensalada o sopa.
- Poné música mientras cocinas, eso hará que sin darte cuenta te pongas a bailar y quemarás algunas calorías.
- Mientras miras el noticiero en la cama, hacé algunos abdominales, estarás aprovechando el tiempo muerto.
- Reducí las cantidades de sal y azúcar en tus comidas.
- Dormí 8 horas, dormir bien y estar descansada es fundamental para que el cuerpo rinda correctamente.
- Pega tus objetivos en la puerta de la heladera, eso hará que recuerdes a donde querés llegar antes de darle un bocado innecesario a algo.
- Juntate con gente que te aliente y te acompañe en tu cambio. La gente “mala onda” que te dice que es “imposible” que “nunca lo vas a lograr” no te ayuda. Si otros pueden cambiar, vos también!
El hecho de querer bajar de peso, de querer sentirte mejor con tu cuerpo y tu salud, depende pura y exclusivamente de nosotras. Solo tenemos que hacer un clic adentro nuestro y activarnos para lograr ese cambio que tanto deseamos. ¡Basta de ponernos excusas! Y como dice la marca deportiva “nothing is impossible”, así que a mover las cachas se ha dicho.
¿Leíste el título y te preguntaste si me volví loca? Pues no, la realidad es que ninguna dieta sirve para bajar y mantenerse sobre todo e...